Tu mascota, un compañero de vida. ¿Cómo elegir el indicado?

¿Quién no ha soñado tener un compañero de vida?, quizás tomar en sus brazos un pequeño cachorro que fije su mirada y lo diga todo con tan solo con un lengüetazo. Muchos, lo hemos hecho. Pero te has preguntado ¿sí realmente estás preparado para asumir este reto para siempre?, y si es así, ¿cuál es la manera más apropiada para elegir ese compañero de vida?

La decisión de traer a casa un nuevo integrante debe ser analizada por todos los miembros de la familia y no como consecuencia de una moda, un impulso o un capricho de alguno. Si tras realizar un análisis las opiniones están acordes y se deciden traer a casa una nueva vida, será necesario hacer la elección de la mascota, teniendo en cuenta las necesidades del ambiente familiar donde estará.

Compañero de vida

Al respecto deberás tener en cuenta: Como primera medida evalúa la cantidad de tiempo disponible que tendrás para poderle dedicar a tu compañero de vida. Evalúa el espacio que podrá ser destinado para que tu mascota se sienta cómoda al descansar, de igual forma que tenga un lugar especial para consumir su alimento y tomar agua, y por último un espacio donde pueda hacer sus necesidades en caso de no poder salir a la calle.

Determina cuál es tu estilo de vida y temperamento, ya que este influirá directamente en tu compañero de vida. Si eres una persona dinámica y deportista el tipo de mascota será diferente al que eliges si tu actividad y la de tu familia es poca y prefieren la tranquilidad al interior del hogar. Si tu núcleo familiar es sereno y dulce, la mascota será diferente a si tu temperamento es un poco más fuerte. Es importante tener en cuenta también la edad promedio de los miembros de la familia, para poder realizar la selección más adecuada del nuevo compañero de vida.

“El perro es el único ser en el mundo que te ama más a ti de lo que se ama a sí mismo”.
Josh Billings.

Cuando te comprometes a adquirir esta responsabilidad, debes tener en cuenta la disposición de recursos económicos, para asegurar el suministro de alimento balanceado, cuidados veterinarios, juguetes y accesorios que necesitará tu compañero de vida, para su adecuado desarrollo y para garantizar su bienestar. Por último, haz un análisis acerca de lo que pasará en las vacaciones, o cuando realices viajes fuera de la ciudad. No olvides que tu compañero de vida es tu responsabilidad permanente, así que evalúa dónde se quedará cuando esto suceda.

Una vez hayas realizado esta evaluación, deberás dar el siguiente paso: elije de acuerdo a tu tiempo, dedicación, espacio, temperamento y gusto si quiere compartir tu vida con un perro o gato, o si quizás optarás por otro tipo de mascota como peces o roedores. Recuerde nunca deberá considerar tener en tu hogar un animal silvestre (aves, reptiles, monos, felinos, etc), ya que ellos necesitan de su ambiente natural para poder vivir.

“Numerosas investigaciones científicas han demostrado la influencia positiva de las mascotas y han clasificado estos efectos en cuatro áreas específicas: terapéuticas, fisiológicas, psicológicos y psicosociales” (WSPA, 1996).

Ahora bien, ya hemos reconocido las características que debe tener en cuenta al interior de tu casa para la llegada del nuevo miembro a la familia. Es necesario entonces, realizar una evaluación rigurosa acerca de lo que quieres encontrar en tu compañero de vida:

Elije su tamaño: grande, pequeño, delgado, gordo, este debe ajustarse a los requerimientos que tienes, de acuerdo a la evaluación que realizaste anteriormente.
Selecciona su sexo: Hembra o macho.
Escoge la edad de tu compañero de vida, recuerda que un cachorro debe haber pasado por varias etapas, antes de ser separado de su mamá y hermanos, para llegar a un nuevo hogar; esto repercutirá directamente sobre su salud, crecimiento, socialización y desarrollo a lo largo de su vida. Si tu decisión es tener un perro, o un gato, la edad recomendada será entre las 8 a 10 semanas de vida, nunca antes de las 6 semanas. Si has decidido darle la oportunidad a un compañero de vida adulto debes tener en cuenta las necesidades, según la etapa en la que se encuentre: alimentación, actividad física, socialización, cuidados veterinarios, entre otros, para garantizar su calidad de vida.
Teniendo claridad en los aspectos anteriores puedes enfocarte en la raza y temperamento que quieres en tu compañero de vida: activos, tranquilos, atléticos, dependientes, independientes, dulces, agíles; recuerda todos estos aspectos, deberán ir acorde a la evaluación previa que realizaste con tu familia, para que tu mascota pueda amoldarse a tus necesidades y estilo de vida.

Al momento de seleccionar donde adquirir tu compañero de vida debes tener en cuenta las siguientes características:

Lugar de procedencia: Asegúrate de que al adquirir tu mascota se encuentre en un lugar que le confiera óptimas condiciones de higiene, que haya tenido un espacio cómodo para descansar, sin contacto con excremento, basura, agua posada, entre otros, para garantizar su estado de salud. Confirma que su alimentación sea la adecuada y se le permita el contacto con los humanos. Los animales criados bajo malas condiciones, son propensos a adquirir enfermedades infecciosas o virales que casi siempre son mortales como el moquillo o el parvovirus, o enfermedades y desequilibrios que repercutirán a lo largo de su vida.

Condiciones de la Madre: Es necesario cerciorarse de las condiciones locativas e higiénicas del lugar donde se encuentra la madre del cachorro (en caso de perros y gatos), así como los aspectos nutricionales, salubres y de comportamiento que ella tiene, este es uno de los factores claves para la adquisición. Nunca compres un cachorro en criaderos que tengan los animales en condición de hacinamiento y explotación intensiva de los mismos. No adquieras tu compañero de vida en tiendas de mascotas que no cumplan con la reglamentación necesaria.

De ninguna forma adquieras un animal en sitios donde no se respeten las cinco libertades del bienestar animal: libre de hambre y sed, libre de incomodidad, libres de dolor, injurias o enfermedad, libres para expresar una conducta normal, libre de miedo o estrés. (WSPA. En 1993 el Consejo de Bienestar para Animales de Granja del Reino Unido Farm Animal Welfare Council)

Compañero de vida

Considera la adopción como una excelente opción: diariamente en nuestra ciudad, y nuestro país, cientos de animales son abandonados en las calles, otro gran porcentaje de estos pequeños que deambulan, vienen de la reproducción descontrolada de estos y la irresponsabilidad de los seres humanos. Hoy en día, son numerosas personas, organizaciones sin ánimo de lucro, fundaciones, algunas entidades gubernamentales, entre otras, que se unen ante esta problemática, decidiendo realizar el rescate y rehabilitación de cientos de perros y gatos callejeros, brindándoles una segunda oportunidad de vida. Tú también puedes aportar un grano de arena, en la construcción de una sociedad más equitativa, que vele por el cuidado y bienestar de los animales y el ambiente. Tu compañero de vida puede estar esperando por ti, en una fundación, un refugio, el centro de zoonosis, entre otros.

“Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida”.
Anatole France.

Podemos decir entonces que tener un nuevo compañero de vida en casa es una decisión que no debe tomarse a la ligera, es un tema que amerita compromiso, responsabilidad y asesoría por parte de profesionales, para garantizar que nuestro nuevo integrante será realmente un compañero de camino por muchos años.